En la última década, el turismo experimentó una auténtica explosión. El movimiento de turistas que han visitado España se ha visto incrementado de una manera exponencial y esto se ve traducido en ganancias económicas y creación de nuevos puestos de trabajo. No obstante la masificación de los destinos turísticos lleva consigo un impacto ambiental que ejerce presión directa sobre el ecosistema, el patrimonio y la sociedad anfitriona.
Durante el confinamiento por la crisis del COVID se ha comprobado impacto positivo para el ecosistema que provoca un cese de actividad humana en el planeta. Y esto nos hace plantearnos una pregunta, ¿somos conscientes de lo mucho que afectan nuestras acciones y nuestra forma de vivir en el ecosistema?
Las empresas que forman la Asociación Valencia Premium apuestan por un turismo responsable y sostenible. Se trata de trabajar en consecuencia y ver el sector del turismo desde una visión estratégica, cuyo objetivo sea conquistar a los turistas que aprecien los lugares que visitan, que supongan un retorno real en destino, así como conciliar la vida diaria de la población local y sus visitantes.
Aportar valor al territorio y huir del todo vale se torna difícil en estos tiempos, en el que el sector del turismo está sumido en una de sus peores crisis. Pero ¿por qué no valorar esta pausa como una oportunidad para reflexionar y hacerlo mejor?